Desde que comenzamos el curso prácticamente, nos viene preocupando algo que sucedió en nuestro aula el segundo día de curso; resulta que jugando por nuestra clase, encontramos una pluma de pájaro. Seguro que se le había caído a alguno de los que viven en el patio, y era importante devolvérsela, pues era suya; pero no sería tarea fácil, pues nosotros somos niños y estamos en el suelo, y él sería un pájaro e iría por el cielo.
A pesar de lo complicado del asunto, decidimos guardar la pluma hasta que pudiésemos devolvérsela; era importante saber dónde estaba aquel pájaro, por dónde se movía, así que salimos al patio a buscarlo.
Lo vimos, lo vimos todos; ahora aquel pájaro ya era real, y era importante para nosotros que supiese que íbamos a poner todo de nuestra parte para devolverle su pluma. Cuál fue nuestra sorpresa, cuando nos dimos cuenta de que en el patio, había muchas más plumas de aquel pájaro blanco; el problema era más grave, pues si seguía así, se quedaría desnudo.
Después de apreciar la altura con la que volaba, decidimos idear un plan; era importante conseguir subir lo más alto que pudiésemos, pues nosotros no podemos volar. Nos surgieron muchas ideas, y todas eran muy válidas.
De entre todas, hubo que elegir, y decidimos quedarnos con la idea de subir con una escalera a una torre, devolverle las plumas y después, bajar por un tobogán. Justificamos nuestra elección, y como es una decisión del grupo, lo recogemos por escrito para que a nadie se le olvide.
Comenzamos hablando de la torre, de cómo debía ser; todas las ideas son escuchadas y justificadas, y se hace importante llegar a un consenso sobre ello.
Nuestra torre debía ser alta, dura y fuerte; y como desde la clase no se ve ninguna, salimos al patio para ver desde allí el exterior y encontrar alguna con dichas cualidades.
Vemos algunas, y nos sirven como referencia para ver más claro cómo será la que utilicemos para encontrarnos con el pájaro. Nos sentimos capaces ya de construir una torre, y en clase, usando toda la información que tenemos ya, lo hacemos. Nos encontramos con limitaciones, como son la cantidad de piezas con las que la construímos; si no conseguimos más, la torre no es suficientemente alta.
Ahora que ya disponemos de datos y tenemos decisiones tomadas, hay que elegir una torre concreta; descubrimos que cuando se habla de "torre", son muchas las opciones existentes. De entre todas ellas, nos quedamos con la torre de un castillo y la de una iglesia, pues reúnen todas las cualidades que buscamos; es otra decisión tomada, así que la recogemos por escrito para no olvidarla.
¿Y la escalera? Se hace importante comenzar hablando de lo que sabemos de ella, pero para ser más concretos, buscamos ejemplos de escaleras por el colegio; esto nos da información sobre cómo son, su utilidad y sobre todo, nos ayuda a elegir cómo debe ser la que nos ayude a subir a la torre. Concretamos que deben ser altas y sin picos, que nos pueden hacer daño; buscamos unas de ese tipo en el Centro, y nos convencen. Ya hemos decidido cómo será la escalera.
¿CÓMO DEBE SER LA ESCALERA? on PhotoPeach
Y ahora, ¿seríamos capaces de construir una escalera? Volvemos a utilizar las piezas que tenemos en clase, y nos damos cuenta de que no es lo mismo construir una torre que una escalera; Marcelo consigue formar escalones, y la escalera se hace tan alta como queramos, colocándole piezas. Pero nos encontramos con un problema; la escalera no se mantiene en pie, y entonces, necesitamos que cada uno piense de manera individual y ayude a arreglar este entuerto. Volvemos a usar las piezas, y cada niño tiene la oportunidad de probar, de crear; todas las opciones son válidas, pero comprobamos que algunas se acercan más a lo que estábamos buscando.
Seguimos con el tobogán, y para hablar de él, decidimos salir al patio, donde sabemos que hay dos; nada más salir, apreciamos una diferencia entre ambos. Uno se puede mover de un lado a otro, y se desmonta; y otro, está "pegado al suelo con pegamento" y no se puede mover. Apreciamos las semejanzas y diferencias entre ambos; después, concluimos que el nuestro, debe ser muy alto, más grande que los dos que tenemos en el cole.
¿CÓMO DEBE SER EL TOBOGÁN? on PhotoPeach
Como ninguno de los toboganes nos sirve, les propongo construir uno, y les pregunto cómo podríamos hacerlo, qué necesitaríamos. Las ideas son muy variadas, y hablamos de herramientas como el martillo o los tornillos, pero también de otros elementos, como piedras y palos.
Formamos un equipo, y al día siguiente, yo como una más, traigo a clase todas las herramientas que tengo en casa; hablamos de cada una de ellas, les damos nombre y concretamos cómo se utiliza cada una. Nos damos cuenta de que las necesitamos todas:
Sergio: el martillo para esto (golpea el suelo)
Alejandro: esto para poner tornillos (llave inglesa. Toqueteándola, la abre y cierra girando la rosca)
Ángela: el "tornillador" para esto (lo gira, apoyado en el suelo)
Ángel Montaño: las tijeras (alicates) para cortar papel (Nayara lo intenta, pero no cortan). Son para cortar ramas de árboles.
Marcelo: los tornillos para esto (busca un agujero y los mete)
Nos faltan las piedras y los palos que dijimos, y les propongo que sean ellos quienes se encarguen de eso; elaboramos entre todos una nota para informar a las familias de lo que queremos y la fotocopiamos para poder llevarnos una a casa cada uno.
PARA CONSTRUIR UN TOBOGÁN. on PhotoPeach
Seguimos con la aventura, con la experiencia, y esperamos que podáis ayudarnos con todo lo que se os ocurra y creáis que nos enriquecerá el camino.
Increible todo lo que les estais enseñando gracias a una pluma.
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