EL RUMBO DE NUESTRO CAMINO.

Nos tomamos nuestra convivencia en el grupo, como una carrera en la que todos y todas somos corredores y vamos en una misma dirección. En ocasiones, el camino es sencillo y es fácil seguir hacia delante; pero otras veces, el camino es más complicado y los pasos son más lentos aunque seguros.
Tras mucho recorrido, con la Navidad, los corredores hacemos un alto en el camino para descansar y beber agua, pero terminada la época vacacional, volvemos a reunirnos y a continuar con nuestra andadura. Antes de hacerlo, es importante reflexionar sobre hacia dónde queremos seguir; quizás nos siga interesando avanzar por el mismo camino, pero tal vez, prefiramos cambiar y darle otro rumbo.
En el momento de hablar de ello, apreciamos el valor de todo lo que hemos hecho hasta el momento, hasta el punto de querer continuar con todo, sin excepción alguna.Anotamos todo lo que queremos seguir haciendo y también lo nuevo; la lista es extensa, pero podremos hacerlo.
Como novedad, nos implicamos más con la biblioteca del Centro y participamos en sus Engañifas, una forma de agudizar el ingenio y recurrir a los libros para encontrar respuesta a los retos que se nos van poniendo. El de este mes: ¿por qué los peces no hablan?; anotamos nuestras ideas y las llevamos al buzón de respuestas. ¡A ver si tenemos suerte!