Seguimos trabajando todo lo que tiene que ver con el propio
autoconocimiento; nuestra imagen física, nuestras posibilidades, nuestros
sentimientos. Esta vez, analizamos nuestra foto, la que tenemos en clase, y
apreciamos cómo hemos cambiado; estamos más grandes y hasta hemos cambiado de
peinado. Observamos nuestro gesto en las fotos y nos preguntamos si estamos
contentos o tristes en ese momento; cada uno y una va explicando su estado de
ánimo y los motivos que existían en aquel momento para sentirse así.
Pero siempre es posible cambiar, y quizás ahora, nuestras
emociones sean otras; brindamos la posibilidad de cambiar la foto, hacernos una
más actual, eligiendo conscientemente cómo queremos aparecer en ella. Una vez
que tenemos las fotos, comparamos ambas, la de antes y la de ahora; volvemos a
apreciar diferencias y decidimos cuál de las dos queremos dejar en el cole
porque representa más cómo nos sentimos ahora.
Poco a poco, vamos conociendo, comprendiendo y aceptando
quiénes somos y lo que sentimos.
Y una vez que hemos reflexionado sobre lo que es estar contento y estar triste, nos planteamos qué elegimos, con qué nos quedamos y en dónde vamos a poner nuestro esfuerzo; algunos eligen estar contentos y recogen en un papel su promesa de intentarlo y el cómo lo van a hacer. Otros eligen estar tristes e igualmente, recogen su promesa, aunque cuentan que es algo temporal y argumentan el motivo. Usaremos estas promesas para recordárselas cada vez que las circunstancias sean algo más adversas.
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