A lo largo de estas semanas, y a través del cuento de "Blancanieves", hemos tenido que enfrentarnos a situaciones de este tipo: imaginar al octavo enanito y plasmarlo sobre el papel, enriqueciéndonos los unos de los otros.
Pero también, hemos tenido tiempo de reforzar nuestro yo y sentirnos capaces y únicos; usando cintas y lazos, descubrimos que cualquier objeto puede tener infinidad de utilidades y que cada uno, lo ve desde un punto de vista diferente.
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