Lo comprobamos, es una idea que parece acertada; nos damos cuenta de que nuestro compañero está en lo cierto. La posición de nuestra sombra depende de nuestra propia posición, pero ¿respecto a qué?; sabemos que el Sol tiene mucho que ver en todo esto, pero ahora no nos interesa meternos de lleno en ese tema. Para no olvidarlo, lo recogemos en un folio, y en ese momento, surge una conversación llena de sentido sobre cómo dibujar una sombra que está detrás de un cuerpo o en qué posición colocar el Sol.
Continuamos nuestro diálogo entendiendo que cualquier luz es capaz de crear sombras, no sólo el Sol; para ello, necesitamos oscuridad y usamos luces artificiales, como un proyector, que nos permite jugar con nuestra sombra y apreciarla en vertical. Vemos reflejadas nuestras cualidades, esas que nos hacen diferentes a todos los demás, y jugamos a experimentar, a movernos, a disfrutar.
Y conocemos otras luces artificiales con las que también podemos ver sombras en la oscuridad; luces que son menos potentes que el proyector y que requieren de una oscuridad tal, que buscamos por el colegio espacios oscuros. Apreciamos la luz que entra por las ventanas, la que podemos apagar con el interruptor, la que casi no apreciábamos por ser diminuta; y cuando estamos totalmente a oscuras, vemos que la linterna también genera sombras.
Descubrimos diferentes posibilidades para llegar a un mismo fin; intentamos con ello abrir la mente del niño y de la niña, darle diferentes enfoques y alternativas. Acostumbrarle a pensar de manera divergente, no cerrándose en una misma idea, sino dejando paso a otras que van llegando a través de nuestra experiencia.
LAS SOMBRAS SE MUEVEN. on PhotoPeach
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ResponderEliminarQue bien se lo pasan juegan y aprenden
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