jueves, 5 de diciembre de 2013

NUESTRO REFLEJO EN UN ESPEJO.

Algo tan familiar como un espejo; un objeto que todos tenemos en casa y que es mucho más necesario de lo que creemos. La niñera de Blancanieves, ahora convertida en su madrastra, cada noche se miraba en uno, mágico; ella le preguntaba por la más bella del reino, y el espejo contestaba que no había otra más bella que ella.
Pero, ¿para qué sirve un espejo? 
  • Blanca: para mirarse.
  • Ángela: para que tú estés guapa.
  • Ángeles: para pintarse los labios.
  • Ángel Montaño: para echarse agua en el pelo.
  • Ángel Minuesa: para peinarse.
Y, ¿dónde lo podemos encontrar en tu casa?
  • Alejandro: arriba, en el cuarto de mamá.
  • Ángel Montaño: en el cuarto de baño.
  • Blanca: en el salón, arriba.
  • Ángel Minuesa: en el cuarto de la tita.
  • Marcelo: en el rincón de la casita.
  • Carmen: en el cuarto de papi.
Lo usamos a diario, y para valorar su importancia, intentamos hacer determinadas acciones sin mirarnos; píntate los labios, peínate. Los resultados no son los esperados; necesitamos contemplar nuestro reflejo en el espejo para conseguir hacerlo bien. Cuando nos miramos, nos gusta lo que vemos, ¡somos nosotros!

NUESTRO REFLEJO EN EL ESPEJO. on PhotoPeach

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