martes, 11 de abril de 2017

PARA CUANDO ESTÉS TRISTE...

Ahora que ya nos reconocemos y nos aceptamos; ahora que sabemos quiénes somos y todo lo que nos define; ahora que entendemos en lo que nos parecemos y en lo que no; ahora que nos queremos tal cual somos; ahora que valoramos nuestras posibilidades, sobre todo la de poder mejorar día a día...


Ahora, es el momento de empezar a identificar y reconocer las emociones que sentimos cuando nos enfrentamos a la vida.
La felicidad es una de ellas; fácil de reconocer y de asumir. Nuestros niños y niñas la asocian a situaciones y momentos que les producen placer; nos gusta estar felices, y para estarlo aún más, creamos nuevos espacios en nuestro colegio. Construímos La pared de los seres queridos, con fotos de las personas que estimamos, para presentárselas a nuestros compañeros y compañeras y para tenerlos muy presentes, cuando estamos en el cole. Son personas con una vida que se cruza con la nuestra en el momento en el que les ponemos cara; quién sabe...seguro que llegaremos a conocerles en persona.
                                      
La tristeza, sin embargo, es una emoción más difícil de aceptar; es como si nos diese pudor asumir que estamos mal, que algo nos afecta y que nos perturba. Nuestros niños y niñas no son capaces de poner ejemplos reales, así que decidimos identificar la tristeza en otras personas para comprenderla y poco a poco, ir aceptándola en nosotros mismos.

¿Y qué hacer cuando estamos tristes? Los demás nos pueden ayudar mucho; un beso puede aliviar toda la pena. Construímos nuestra pared de los besos, y la llenamos para recurrir a ella cada vez que necesitemos un beso de alguno de nosotros.
                                     

                                     
Seguiremos profundizando en nuestras emociones; reconociéndolas, aceptándolas, buscando las que nos hacen sentir bien y superando las que nos hacen sentir mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario