sábado, 2 de diciembre de 2017

NUEVOS ESPACIOS

El momento de juego libre es necesario para cualquier niño o niña; ese momento en el que nadie le condiciona ni le propone, todo queda en sus manos. Es entonces cuando recurren a lo que tienen a su alrededor, dejan volar su imaginación, se les ocurren cosas increíbles y pueden investigar en aquellas aficiones que parecen tener.
En el aula, ese momento es muy importante y el espacio que construimos, debe ser adecuado y estar adaptado a los intereses que van demostrando; por eso, es necesario que sea un espacio cambiante, con unos materiales que van evolucionando y que responden a las habilidades que los niños y niñas quieren desarrollar, y al tipo de actividad que pretenden realizar. En ese momento, cada persona hace lo que quiere, utiliza los materiales que necesita, se relaciona con quien le apetece y cambia de juego tantas veces como quiera; y precisamente en ese momento, los adultos podemos apreciar por dónde van los intereses de cada niño y niña, hacia dónde pretender ir y cómo podemos ayudarles para que su actividad sea más rica y consciente. Debe ser una intervención sutil, respetuosa y nunca desde la posición de adulto que sabe más que el niño o niña.

En nuestro aula, han ido surgiendo nuevos espacios, nuevas actividades, nuevas inquietudes; tomamos decisiones sobre lo que queremos y aterrizamos para tratar de conseguirlo de manera planificada: elegimos qué queremos construir, diseñamos cómo queremos que sea y lo llevamos a la práctica. Así, ahora ya tenemos una biblioteca de aula, un espacio para jugar al teatro, otro para pintar, una tienda para comprar,...más todo aquello que ocurre de manera espontánea y puntual, que les sirve para un solo día y que a veces, a los adultos se nos escapa…













No hay comentarios:

Publicar un comentario