jueves, 20 de febrero de 2014

EL DESIERTO.

Antes de aprender a construir una casa para el pueblo Saharaui, estamos familiarizándonos con el lugar y conociendo la realidad que allí se vive. Ahora que ya hemos vivenciado dónde viven, se hacía importante hablar del desierto, un lugar del que teníamos alguna referencia y que para nosotros, tenía que ver desde el principio, con arena. Echando mano de nuestras experiencias en lugares donde también hubiese arena, empezamos a compartir ideas; Ángel Montaño decía que en la arena, se hunden los pies porque está blandita. Ainhoa decía que debajo de la arena, siempre hay piedras y que para verlas, había que hacer un agujero. Daniela nos dejaba claro que no confundiésemos el desierto con la playa, pues en ésta última había agua y en el desierto, no. Entonces, nos preguntamos en qué lugares había arena: en casa, en el parque, en la calle, en el patio; lo que teníamos más a mano, era nuestro patio, pero antes de salir, algunos niños dijeron que podíamos hacerlo porque hacía sol, ya que cuando estaba lloviendo no podíamos salir. Ángel Minuesa dijo advirtió que con el Sol, a veces no veíamos, y entonces, Ainhoa comenzó a hablar de sombras. Marcelo habló de cómo nos persigue nuestra sombra, pero algunos compañeros no estaban de acuerdo, pues creían no tener sombra.
Fue entonces cuando decidimos salir al patio y allí, pudimos apreciar nuestra sombra; algunas veces, parecía escaparse, pues no la veíamos, pero tan sólo era porque se había colocado detrás nuestra. Nos movíamos, nos parábamos, y la sombra siempre estaba ahí; Marcelo dijo que estaba siempre pegada a tus pies.
Cuando, pasados unos días, volvimos a hablar del tema, Carmen dijo que para tener sombras, siempre tenía que hacer Sol. Lo comprobamos saliendo al patio; en un día nublado, ninguno de nosotros pudo ver su sombra. Fuimos a los mismos lugares, pero nadie la encontró; sabíamos que el Sol tenía mucho que ver, así que fuimos buscándolo, hasta encontrarlo detrás de las nubes. Confiamos tanto en nosotros, que hablamos de formas de subir al cielo y tirar del Sol para colocarlo en otro lugar y poder ver así nuestra sombra. Apreciamos su brillo y Carmen nos advirtió de cómo debíamos protegernos los ojos con la mano para que no nos cegara; Ainhoa propuso también llevar gafas de sol. Concretamos que para que haya sombra, debe estar soleado, y no nublado.
Ya de vuelta a clase, nos preguntamos si los objetos tendrían sombra; había ideas dispares, así que seguiremos investigando algo tan curioso y atrayente como las sombras.

LAS SOMBRAS. on PhotoPeach
Siguiendo con el desierto, fuimos hablando de la arena con las muestras que algunos niños y niñas habían traído al aula; nos contaron de dónde la habían conseguido, y vimos las diferencias entre ellas. Nos fijamos sobre todo en el color, y algunos niños argumentaban que la arena es clarita, y que si es oscura, entonces no es arena, sino tierra. Blanca explicaba que la arena también podía ser oscura, pues lo importante para saber si era arena, era cogerla con la mano y que se te resbalase entre los dedos. El color, la textura, su composición; necesitábamos algo que nos permitiese comprobar y experimentar, intentando con ello que todos nos pusiésemos de acuerdo; entonces, recordamos lo que dijo Ángel Montaño sobre la arena: en la arena, se hunden los pies. Yaiza y Alberto metieron sus pies en la arena, y pudimos ver ¡huellas!
Eran las de sus pies, diferentes una de otra, y entonces nos surgió el interés por ver la nuestra; ¿dónde encontrar arena como aquella? En nuestro patio. Salimos e hicimos huellas y más huellas con nuestros pies, todas diferentes; nos preguntamos si en otros "suelos" también saldrían, y probamos en los charcos, pero no lo conseguíamos. Vamos a seguir buscando nuestras huellas en diferentes texturas y materiales, ¡ya os iremos contando!

HUELLAS. on PhotoPeach Tanto las sombras como las huellas tienen que ver con nosotros, con nuestro cuerpo; son únicos, pues los míos no son igual que los tuyos. Eso nos hace diferentes y nos permite sentirnos seres individuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario